ANSIEDAD, ESTRÉS

No puedes respirar, te ahogas, sientes una inquietud muy grande, no te concentras,
no rindes igual que antes, te duele el estomago, no puedes dormir, no estás bien ni
sentado ni de pie, no sabes qué te pasa ni por qué, es hora de buscar ayuda.
La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones estresantes o amenazantes. Es una emoción que todos experimentamos en ciertos momentos de la vida
y en cantidades moderadas, puede ser útil, ya que nos ayuda a estar alerta y preparados para enfrentar desafíos. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve excesiva, persistente y comienza a interrumpir con el funcionamiento diario, puede convertirse en
un trastorno de ansiedad. Existen diferentes tipos de trastornos de ansiedad cada
uno tiene sus características particulares, pero comparten síntomas comunes como
inquietud, tensión muscular, preocupación excesiva, irritabilidad, problemas de
sueño y síntomas físicos como palpitaciones y dificultad para respirar entre otros. La
ansiedad puede tener múltiples causas, incluyendo factores genéticos, químicos, ambientales, estrés y experiencias traumáticas entre otras causas.
El tratamiento de la ansiedad puede incluir enfoques terapéuticos y farmacológicos.
Siendo la terapia cognitivo-conductual (TCC) uno de los enfoques más efectivos.
La terapia impartida por un profesional de la salud puede ayudarte ha desinflar eso
pelota gigante que te impide respirar, también te orientará a la hora de resolver los
problemas que te desbordan y hace que aumente la ansiedad y el estrés, te mostrará
diversas formas de ordenar tu vida para hacerla las placentera y satisfactoria y te dará
herramientas que te ayudarán en el proceso al cambio.
Si crees que este es tu caso pide ayuda, una visión externa puede ayudarte a conseguirlo